viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Realmente mi hijo puede retrasar el aprendizaje de sus compañeros?




Estoy contenta, feliz. Todo en el colegio está saliendo de cine. Sus docentes y personal de apoyo están volcadísimos en el niño, adaptando el aula, preparando materiales. Todas se reunieron con la psicóloga que coordina sus terapias y con su sombra en la guardería. Y lo que para mi es la mejor prueba y es ver a mi hijo feliz todas las mañanas al irse al colegio.

Pero esa felicidad no es completa, porque al acudir a la reunión con la tutora de mi hija mayor esta semana, escuché comentarios acerca de un niño con parálisis cerebral, que empieza primaria y por el cual algunos padres piensan que sus hijos no habían aprendido a leer porque la profesora tenía que dedicarle mucho tiempo. Creo que mi hijo y ningún niño tiene tanto poder, me parece un comentario tan egoísta y malintencionado, que debería obligar a esos padres a una seria reflexión sobre los valores que están inculcando a sus hijos, o plantearse su confianza en las capacidades de los mismos. Y estamos hablando de un centro católico, pero queda claro que buscan más el prestigio de un buen colegio para sus hijos que los valores cristianos.

Se que es muy difícil entender y ponerse en nuestra piel, lo que pasamos, lo que sentimos, vosotras me entendéis,lo se. Pero si pudiese decir algo a los padres que opinan así sería esto:


Mi hijo tiene 2 años y 8 meses y una jornada laboral mayor que mucha gente. 4 horas en el colegio y todas las tardes sesiones de terapia. Psicólogos, logopedas, terapeutas ocupacionales… Aun así todavía nos queda algún resquicio para ir al parque o hacer cosas que le gusten, ante todo es un niño.

Mi niño tiene autismo, y es un luchador. Se despierta a las 8 de la mañana para acudir al colegio. Imagínense si con dos años nos mandan a un colegio a Rusia, rodeados de 75 niños a los que ni entendemos, ni nos entienden. Mi hijo por su trastorno tiene dificultades para la comunicación pero no pierde la sonrisa ni una mañana de camino al cole. Todo este trabajo está dando sus frutos, está empezando a hablar, con apoyos sigue la rutina del aula y se relaciona y juega con otros niños.

Que mi hijo acuda un colegio ordinario, es su mejor terapia, los niños son un gran estímulo. Mi hijo está feliz y los otros niños también. Ellos son su modelo a imitar y el con su diversidad pienso aportará a estos niños valores como el respeto a lo diferente, convivencia e igualdad. Sus docentes ya comprenden que mi hijo tiene una forma de pensar, de sentir y de aprender diferente, a ver sus capacidades por encima de sus limitaciones y que puede aprender y merece la pena enseñarle, sus compañeros con el tiempo también lo harán.

Al fin y al cabo son todos niños, diferentes pero iguales.

No tardará en llegar el día en que los compañeros de mi hijo le quieran tal y como es, los niños nos dan lecciones a los adultos en muchas ocasiones. Por eso me duele saber que hay padres, que no creen en la inclusión escolar, que piensan que mi hijo u otro niño con discapacidad puede retrasar el aprendizaje de sus hijos, y me gustaría transmitirles que la diversidad enriquece y hace a los que conviven con ella mejores personas. Que mi hijo tiene profesores de apoyo y que es él, el que cada día lucha por ponerse al nivel del resto y no al revés.

Mi hijo tiene autismo, y una sonrisa contagiosa que nos ilumina cada día.


jueves, 16 de septiembre de 2010

En proceso de adaptación


Javi lleva una semana en el colegio. Me hizo mucha ilusión constatar que gracias al trabajo realizado junto con Amaya, mi niño el primer día sabía perfectamente que iba al cole, aunque no lo supiese verbalizar.

Toda la semana ha estado tranquilo, todavía no tienen una rutina estable, porque están en proceso de adaptación. Sigue las clases con bastante normalidad. Un 10 en control de esfínteres, ni un solo accidente, y muy satisfecha por la implicación de su tutora y demás personal de apoyo con el niño.

Pero hoy al ir a buscarle, primero ha reaccionado con alegría al verme, pero después ha empezado a llorar inconsolablemente. Era un llanto de pena, de dolor, no se. Lo que estoy segura es que no era una rabieta.

Ayer y hoy despertarle de la siesta y llevarle a las terapias ha sido una tarea de titanes. Se ha mostrado muy poco colaborador, cosa rarísima en el (con las terapeutas), totalmente descontrolado en casa y en la calle, se ha hecho pis encima dos veces, está comiendo fatal otra vez....en fin periodo de adaptación, cansancio. No se muy bien como llamarlo, me imagino que lo que le pasa es que por las mañanas está tan contenido en el colegio que por las tardes le desbordan las emociones. Es duro verle así, pero me anima a seguir trabajando, y lograr que un día sea capaz de canalizar sus emociones y poder verbalizarlas.

Javi ha avanzado mucho en el lenguaje, cada día dice más palabras, se señala y dice su nombre (Allí, por Javi), y el poquito lenguaje que tiene lo usa de manera funcional, pero es como si no terminase de soltarse, me da miedo pensar que se pueda quedar en eso y que me esté creando falsas expectativas, pensando que un día hablará y será capaz de comunicarse con el lenguaje y contarnos que ha hecho en el cole o como se siente, y que no lo logre. No se si quiero correr mucho y se que no debo comparar que cada niño con TEA es distinto, pero veo a otros de su edad mucho mas sueltos hablando.

Me encantaría tener un agujerito por el que ver que hace en el colegio...

Y Empezó el colegio.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Que miedo tengo



Todavía es demasiado doloroso a ratos. Intento mantenerme positiva, y agradezco de corazón a todas las personas que me están ayudando para que el comienzo de Javi en el cole sea bueno. Gracias a Amaya de corazón por tus consejos y por ayudarme con los materiales.

Intento visualizarlo todo en positivo, de verdad que lo hago, pero no soy capaz. Me pesa mucho todo lo que leo, saber que en muchos casos no se hacen bien las cosas, y la duda de si habré tomado la decisión correcta respecto al colegio.

Me repito una y otra vez que debo de mirar lo positivo, todo lo que ha avanzado Javi este verano. Pero también cada día soy mas consciente del autismo de mi hijo, cada día es menos bebé, cada día en el parque tengo que aguantar miradas de reproche por determinados comportamientos de mi hijo, y me dan ganas de gritar ¡¡señora lo haría usted mejor en mi situación!!.

Que odisea para probarle los uniformes, los zapatos de cole. Si no pierden el autobús de la mañana será un milagro. Tengo los dos hijos mas lentos de la historia para desayunar, perdón una lenta y uno que desayuna cuando le da la gana.

Se que mi hijo con quien peor se comporta es conmigo, en la guardería genial, con los abuelos buenísimo, con la chica que le cuida estupendo, pero a mi me pone de los nervios!!!!, por esta regla debería estar tranquila pensando que en el cole se va a comportar, pero es que me tiene tan histérica que no soy capaz de ver nada en positivo.

Chicas os eche de menos en las vacaciones, estuve sin ordenador y con poca cobertura en el móvil, pero aunque tardaban una eternidad en abrirse las páginas os he ido leyendo y poco a poco me pondré al día.

A ver si pasa este comienzo de curso y os voy contando cositas del verano.

Muchos besos a tod@s