viernes, 13 de septiembre de 2013

¿La discapacidad genera suspicacia?

Hola a tod@s, hoy sería un buen día para hablar de la vuelta al cole, ya que nuestros niños en Asturias han empezado las clases, pero lo voy a resumir con la sensación que en general hemos compartido un grupo de madres de niños con trastornos del desarrollo y es la desazón ante la falta de información. Las  libretas viajeras han venido vacías. A Javi he conseguido sacarle algunas frases y sobre todo un "muchas cosas" ante mis preguntas sobre lo que había hecho en clase y en el recreo. Belén me ha contado mil cosas, ha compartido conmigo  sus miedos y preocupaciones, la puedo guiar, ayudar. Pero con Javi, ¿qué pasa por su cabeza?, ¿qué siente?, ¿como ha reaccionado ante tantos cambios?, nuevo ciclo, nueva tutora, nuevos compañeros, como ayudarle cuando no se nada. Sólo me queda confiar en el centro y los docentes como he hecho hasta ahora, pero es duro para una madre vivir desde fuera todo esto sin saber...


Y no quería hablar de la vuelta al cole y me ha salido toda una parrafada. Al tema, ¿creeis que la discapacidad genera suspicacia?, y haber si logro explicarme, no para el de fuera, sino para los que la vivimos en nuestro entorno.

Me dicen que me he endurecido, y no en el sentido positivo, y es cierto que a veces creo que soy suspicaz, borde, mordaz.

Me mandan un chiste en el que llaman a Paquirrín, paralítico cerebral y ejemplo de integración en España y me cabreo. Es un ejemplo muy tonto pero es el que se me viene ahora a la cabeza. Un periodista hace uso despectivo de autismo, enano... y saltamos a bombardearle con correos o comentarios. Esto desde fuera muchas veces no se entiende, ¿somos suspicaces?, ¿la discapacidad nos ha endurecido?, ¿somos fanáticos?, como explicarlo.

Nada de eso. La falta de oportunidades, la injusticia, la discriminación, el acoso, el estar un día  y otro  viendo como todo esto se plasma en los periódico. Son  las vidas de otros, pero  me siento tan identificada como nunca en mi vida me había pasado con nada, es mucho mas potente que una religión, una ideología, porque es la sensibilidad que se despierta de vivirlo en tu propia carne, que se afianza con las dificultades del día a día las tuyas, y las ajenas que se sienten a flor de piel como si fueran propias. Hay días en los que se necesita mucha fuerza fuerza para tirar adelante, mas todavía para hacerlo con una sonrisa para tu familia, tu entorno que se merecen lo mejor. Y eso nos hace estar unidos, ser una gran familia con una única respuesta a la burla, la discriminación o la vulneración de derechos, no somos suspicaces, simplemente defendemos a lo que mas queremos, nuestros niños.