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lunes, 19 de abril de 2010

Mamá me duele...



Necesito que Javi me diga muchas cosas, necesito que me diga “mamá me duele…”.

Lleva varios días bastante revuelto, uno de ellos tuvo fiebre, esta comiendo fatal, si se puede llamar comer a tomar solo medio yogur al mediodía.

Y yo pienso y pienso, que le pasará, se estará poniendo enfermo, le estará saliendo una muela….mas o menos lo que se puede preguntar cualquier madre con hijos pequeños cuando todavía no hablan.

Pero con Javi hay una cosa que me descoloca, y es que al día siguiente de uno horroroso se despierta hecho un cielo, come estupendamente, no tiene rabietas… Y me digo, pues malo no puede estar, pero al día siguiente empezamos otra vez con llantos desconsolados, con comidas horrorosas en las que los alimentos vuelan por toda la cocina hasta terminar en el suelo, en las paredes, en todos lados menos en su boca. Con rabietas a cada momento…. Analizo y analizo las circunstancias de cada día para intentar encontrar los elementos desestabilizadores, y por más que me estrujo la cabeza no logro encontrar nada que haya alterado su rutina.

Con las comidas me pasa lo mismo. No creo que se deba a alteraciones sensoriales. Javi no tiene problema con diferentes texturas, el en el parque o en la playa es feliz, no le importa ensuciarse, toca todo, se lo lleva a la boca etc. Y con los alimentos algo parecido, comidas que en días anteriores tomaba feliz de repente no quiere ni probarlas. O me paso media hora hasta que consigo que tome la primera cucharada y después se lo come todo dejando el plato limpio. No le doy nada entre horas para que no le quite el hambre, respeto los horarios, le anticipo todo, siempre uso su plato y cubiertos, pero nada de esto parece funcionarme con las comidas.

Me imagino que serán rachas, que hay que pasarlas con paciencia y no hay más que hacer. Pero cuando esta tan irritable, se despierta y llora desconsolado, y no logro ser capaz de calmarlo, no puedo evitar preguntarme ¿le dolerá algo? Pero claro todavía no tengo respuesta y esas situaciones me parten el alma, es muy duro querer y no poder dar consuelo a mi hijo. Se que es cuestión de tiempo, igual que esta avanzando en muchas cosas llegará el día que me sepa decir verbalmente o de otra manera que esta molesto, que le duele algo y hasta entonces no me queda otra que grandes dosis de paciencia, y mucho amor.