Hace un año mas o menos que empecé a sospechar que algo no iba del todo bien.
Siempre fuiste un bebé alegre, feliz, regalabas sonrisas a todas horas. Ahora sacas el mal genio, a veces con demasiada frecuencia. Pero tienes dos años, "los terribles dos años".
Hace un año tu mayor diversión era girar objetos. Ahora también lo haces, pero un ratito nada mas. Ahora disfrutas corriendo detrás de tu hermana o pidiéndole mas cosquillas a papá.
Hace un año me sentaba delante tuyo con el muñeco gigante de Mickey Mouse, y te pedía que lo señalaras. Después aprendí que solo tenía que hacer que alargases tu brazo para coger algo que quisieses y a los pocos días estabas señalando. Ahora disfruto viéndote señalar los árboles, las grúas de la ciudad, los números, las letras, la luna y como lo compartes conmigo.
Hace un año no podías ver nada encima de una mesa. Ahora me llevas a tu armario, señalas la caja del puzzle, lo llevas a la mesa y lo hacemos juntos.
Algunos pensarán que este año ha sido horrible. Y no ha sido fácil, todavía cuesta, todavía duele. Pero este año me has llamado mamá por primera vez, me has dado tu primer beso, tu primer abrazo y eso lo vale todo, lo cura todo.
Este año anhelaba mucho oírte hablar, pero he aprendido que es mas importante aprender a comunicarnos. Y lo hacemos, nos lo pasamos bomba y además disfruto con tus primeras palabras, tus primeras frasecillas, tus primeras canciones. Y de todo lo que me dices sin palabras.
Este año he aprendido algo muy importante, el valor de tu mirada.
Gracias hijo, porque este año gracias a ti he recuperado la confianza en mi misma y me siento fuerte para afrontar el futuro. Porque en ti, mi pequeño gran luchador, tengo el mejor ejemplo.
Ha pasado casi un año desde que las sospechas se convirtieron en diagnóstico: TEA. Pero ahora el dolor del diagnóstico es inverversamente proporcional a las alegrías que me das.
Todavía me encuentro buscando ese equilibrio entre llevarte a la normalidad y comprender y respetar tu forma de pensamiento.
Y seguiremos adelante, yo ayudándote a superar tus limitaciones y tu enseñándome a entenderte.
Te quiero mucho mi vida.
María:
ResponderEliminarQue linda entrada, se me puso la piel de gallina.
....El dolor del diagnóstico es inversamente proporcional a las alegrias que nos dan, que frase más cierta amiga. Lo bueno que el dolor pasa y la alegría se instala en el alma, como debe ser.
Cariños,
Rosio
Bien Maria, esa es mi amiga, si que recuerdo lo mal que la pasaste, me consta. Pero vez, el dolor pasa, y nuestros hijos son nuestra alegria, me encanta sentirt asi, tan centrada, tan alegre, tan positiva.
ResponderEliminarNo podia esperar menos de una mujer como tu, eres grande amiga, y me siento dichosa de haberlos conocido.
Gina.
Ah, lo olvidaba en la foto Javi parece un muñequito de hermoso que esta !
ResponderEliminarPero qué cosa más guapa de niño tienes!!
ResponderEliminarMaría,una entrada muy tierna...como tú,guapa,eres un encanto.Un besazo fuerte!!
Que bonito María!!!
ResponderEliminarUn besazo.
El primer año no se olvida. Pero tampoco los que vienen después. La intensidad del arranque es dura. Luego empezamos a caminar por inercia... y van pasando los años...
ResponderEliminarQue los disfrutes todos tanto como este.
Besos.
María es importante que de vez en cuando hagamos entradas de este tipo con las que nos paremos y echemos la vista atrás comparando y valorando todo lo que se ha avanzado. Es imprescindible para aceptar el día a día y ponernos las pilas para seguir en la lucha. Lo has expresado con mucha sensibilidad. Besos.
ResponderEliminarOjalá dentro de un tiempo pueda decir y sentir lo mismo que tú
ResponderEliminarMe emocionaste mucho María. El dolor ayuda a crecer y lo estás haciendo de maravilla.Fuerza y abrazos,Carmen
ResponderEliminarMaría se-gui-mos, a pesar de todo. un beso
ResponderEliminarEsther
ahhh María me has empañado los anteojos...sí es muy positivo lograr comunicarse, los besos, los abrazos, el que te llamen mamá.
ResponderEliminarA seguir adelante, todos mis besitos a los dos soles que tienes en la casa :)
Hola Maria.
ResponderEliminarSabes...me he sentido muy feliz leyendo tu entrada. La he leido dos veces y he analizado entradas anteriores y comparado tu desesperacion en algunos momentos.
Creo que hay una nueva Maria.
Javi ha conseguido demostrarte que vuestro futuro esta lleno de alegrias, de exitos y sobretodo de esperanzas.
Mis mayores felicitaciones a Javi porque ha conseguido que confies en el por su capacidad de superacion y su grandeza.
Sientete muy orgullosa de tu peque.
Un abrazo muy fuerte y besitos para Belen y Javi.
Coincido en cada palabra que has escrito, yo me siento diferente, tengo más confianza en mi y he aprendido tanto que nunca terminaré de pagarlo. El mio es un punto de vista tan egoista que hasta me averguenzo de mi misma.
ResponderEliminarA nosotros nos ocurre lo mismo acaba de transcurrir un año desde el primer diagnóstico y he conseguido no llorar en dicha efemérides, mi hijo Héctor es lo más bonito del mundo y su sonrisa y besos sorpresa el mejor regalo, cada día me sorprende con algo nuevo y eso es lo que cuenta. María me relaja mucho leer tu blog, eres como un bálsamo espiritual y me das mucho ánimo, gracias.
ResponderEliminarRaquel
Hola María, enhorabuena por saber escribir tan bien lo que sientes.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario en el blog de Cristina. Fernando.
Muchas gracias a todos, perdón por las lagrimillas.. pero la verdad es que esta escrito como lo siento. Solo me imsginaba hablando con Javi.
ResponderEliminarRaquel el día que empece este blog lo hice con el egoista motivo de sentirme mejor y saber que pueda ayudarte me llena de orgullo.
Muchos besos